jueves, 13 de marzo de 2014

La madre de una sirena nadando entre quimio



Otra vez esa maldita enfermedad ha tocado a alguien muy cercana y querida por mi y mucha más gente, alguien que nunca quiere ir al médico por si la encontraban algo malo y mira tú por dónde, se lo han encontrado, pero como en otros casos que conozco, es de lo malo de los mejores, el cáncer de pecho ya la han quitado lo que tenía afectado, y ahora empieza lo más duro.

Aunque si sigue con el mismo talante, fuerza y positividad, lo pasará en un santiamén, que a nuestras edades, ya el tiempo se nos va corriendo como la pólvora y cuando menos se lo espere, en unos cinco años más o menos la darán el alta definitiva y lo recordará como una mala pesadilla.

De momento y antes de que empiece su particular procesión cada veintiún días de meterse el veneno en el cuerpo, va a disfrutar de un fin de semana viendo competir en natación sincronizada a esa sirenita tan especial que tiene por hija.  

Seguro que eso la va a dar toda la fuerza del mundo para superarlo y si gana alguna medalla será para las dos, que bien se lo tienen merecido.

Disfrútalo a tope compañera, que ya queremos que estés de vuelta y recuperada, pues seguro que estará echando mucho de menos sacar el mantenimiento preventivo mensual, que nos ha dejado para que se lo cuidemos.

Como tanto te gusta el líquido elemento porque también te gusta mucho nadar, piensa que eres una sirena como tu hija, que en lugar de sumergirte en el agua de una piscina, tomas baños internos de quimio para que te purifique por dentro.