miércoles, 23 de noviembre de 2011

Cómo afectan las vidas de los demás a la mía propia?

Llevo casi un año sin anotar nada de relevancia, sin embargo han ocurrido muchas cosas a mi alrededor,

Todos tenemos familiares, amigos, compañeros, con los que tratamos más o menos a diario, y es inevitable que nuestras vivencias se mezclen, y eso es porque lo que pasa a los que están a nuestro alrededor nos importa de tal manera que nos llega a afectar tanto física como mentalmente.

Hay muchas historias unas alegres y otras muy tristes, siempre queremos que las nuestras sean las buenas, pero cuando te enteras de lo mal que lo está pasando un ser querido, o con el que has tenido un trato afectivo más cercano, es inevitable pensar que harías tú si estuvieras en su lugar?. Y jamás se puede saber hasta que no pasas por ello.

Voy ha hacer varios apartados para explicarlo lo mejor que pueda, con un símil de esa vieja canción que decía tres cosas hay en la vida salud, dinero y amor, pues con ellas uno vive libre de preocupación.¡Qué verdad más grande!

La salud.-
Tengo varios casos de personas cercanas a mí que en muy poco tiempo han pasado de tenerlo todo y vivir felices y contentos a estar condenados a cadena perpetua por el maldito cáncer, con algunas espero que se pueda superar, mientras que con otros, el deterioro avanza inexorablemente y ellos mismos cada día son más conscientes de que se acerca irremediablemente el final.

Cada vez que hablo con ellos intento por todos los medios animarlos, haciéndoles ver que la actitud es muy importante, convenciéndolos de que lo van a superar, aunque sepan positivamente que lo que les digo no son más que palabras que se lleva el viento, pues tienen muy claro el final que les espera y ya han tirado la toalla, que están cansados de sufrir y de sentir ese dolor que ni siquiera son capaces de poder explicar.

Hablar con alguien que te dice a las claras que se rinde, que no puede más que una vida con tantos dolores, no es vida, te parte el alma, no sabes que decir, enmudeces y te aprisiona tal nudo en la garganta que no te deja hablar, los ojos se llenan de lágrimas y lo que quieres es romper a llorar, pero intentas con voz de barítono que no se te note, al menos hasta que puedas pasar la llamada a otra persona o puedas colgar. Para luego en la soledad de tu casa te puedas desahogar sin evitar pensar egoístamente en la suerte que tienes de momento por no ser tú, quien está en su lugar.

El dinero.-

A perro flaco todo se le vuelven pulgas, también conozco a alguien que encima de no gozar de buena salud siendo tratada también de cáncer, con lo cual ha tenido que dejar de trabajar, su pareja tampoco ha tenido suerte y es de los millones de parados que están en esa inmensa cola sin fin, y que tienen dos hijos pequeños. Esta familia, además de estar luchando por la vida de uno de sus miembros, tiene que intentar mantenerse a flote, en todos los sentidos, hacer que sus niños no noten lo que ocurre. ¿Que les puedo decir?, más palabras de ánimo, que todo va a salir bien, que el suyo se ha cogido muy a tiempo, que conoces a alguien que lo ha superado, aunque sea mentira, que todo se va a arreglar?. Pero sinceramente lo único que puedes ofrecer son tus oídos para escuchar sus lamentos, sus miedos, sus preocupaciones.

El amor.-

Vale puede no ser tan importante como las dos anteriores, pero cuando se rompe, de repente la vida de los implicados se derrumba, la persona alegre que conocías se ha convertido en un manojo de briznas de polvo, está desintegrada, con el tiempo se hará roca, pero de momento su mundo ya no existe, la seguridad, la confianza, el compartir la vida, las alegrías, las penas, los avatares incesantes, no tiene en quien apoyarse, porque la persona en la que lo hacía ha cambiado con respecto a ella, ya no es su pareja, de repente todos los años que han pasado se han borrado de un plumazo, y se pregunta ¿pero que he hecho mal?, no encuentra las razones tan insalvables como la otra persona se las pinta.

Pone en una balanza todo lo bueno y todo lo malo, y sigue ganando lo bueno que han vivido juntos.

Pero de momento y aunque luego todo pueda hipotéticamente cambiar, tiene que pensar que no va a haber vuelta atrás, que de momento se ha quedado sola, quizá después de un tiempo y con la distancia que el paso del mismo pone por medio, llegue a comprender de alguna manera por qué la otra persona ha tomado esa decisión, pero ahora mismo solo quiere llorar y no puede hacerlo a gusto, pues no quiere que la vean sus hijos, y se hace la fuerte cuado queda con él, para que no piense como ya supone que lo pensará, que es una floja sensiblera, quiere darle normalidad a una situación que no lo es.

La ves un día tras otro desde que la dejó, como llega por las mañanas con una cara de dolor interior, de noches en vela, de pena contenida en su pecho cada vez que cierra su puerta y se mete en esa cama que ahora le parece enorme y muy vacía, sin ese calor humano del que hace solo unas semanas disfrutaba.

Y qué la puedes decir? pues la verdad es que decir bastante poco solo cabe, animarla diciendo que de esto se sale, que no es una desgracia como una enfermedad, ni como la muerte, pero que sabes que aunque ahora conlleve mucho sufrimiento, dentro de seis meses lo verá todo con otra luz (azul que realza los colores) esperas ayudarla dejándola hablar para que según se escuche ella misma contar sus sentimiento en voz alta, le vaya quitando hierro, rabia, desesperación, frustración, inseguridad y que poco a poco, ella sola aclare sus ideas.

Porque en una ruptura las personas implicadas al menos las que han sido abandonadas nunca preguntan nada, en el fondo solo quieren contar lo que les pasa por la cabeza, como sienten que cambian de opinión mil veces al cabo del día, ¿se les puede hablar de lo que yo haría? yo creo que es mejor que no. Solo se puede dar consejos neutros para que sean ellas las que van viendo el camino que se abre a sus pies, eso si hay que demostrar que estás ahí para lo que necesiten, que te tienen a su lado, que no están solas, que mucha gente se preocupa por ella y que se sienta lo más arropada y querida posible.

Inevitablemente nos volcamos con la persona a la que dejan y no con la que ha abandonado el nido, por cuestiones obvias, aunque sabemos que también lo estará pasando mal por haber tomado esa dura decisión, (esto siempre en el caso de no existir terceras personas, ya que de ser así sus penas son bastante menores, pues ya tienen otro hombro donde apoyarse). Pero si no hay nadie de por medio, no han vivido experiencias extremas, o realmente no se han dejado de querer, la decisión de no seguir luchando y rendirse para sentirse realizado personalmente es algo muy difícil de llegar a entender, aunque como ya dije antes hay que estar en la piel de cada uno para ver como reaccionaríamos.

Con estas tres experiencias que pongo como ejemplos, entre otras muchas que dejo para otra ocasión, veo que las historias de la gente con la que me relaciono me sirve para tener los sentimientos a flor de piel, ver la vida desde otra perspectiva, ponerme en su lugar, alegrarme y valorar mucho más lo que tengo, no dar importancia a nimiedades, no protestar por chorradas, marcar más si cabe mi carácter encontrándome mejor conmigo misma y sobre todo sentirme bien intentando que otros también se sientan bien, y eso solo me puede pasar viendo como afectan las vidas de los demás a la mía propia.

jueves, 10 de febrero de 2011

Recuerdas cuando se cruzaban las líneas de teléfono?

Hasta ayer no me había percatado de lo bien que funcionan ahora los teléfonos, y todo porque a una amiga le pasó una cosa muy curiosa, la llamó su marido al móvil pero desde un teléfono que no era el de su casa, entonces ella le dice: “desde donde me llamas? Y él la responde: “desde casa” pero ella dice: “¡pero si sale un número diferente!”, y así quedó la cosa como una anécdota sin resolver, pero hoy nos ha contado que recibió llamadas preguntando por otra persona, entonces se la ocurrió llamar a su número y la sorpresa fue que salió la persona por la que preguntaban cuando la llamaban a ella. Así que llamó a Telefónica, (perdón que ahora es Movistar para todo), y contó el caso, la dijeron que había sido un error y que lo subsanarían lo antes posible, y hoy ya les han normalizado la situación.

Y esto me ha recordado cuando en mi casa estabas hablando con alguien y de repente empezaba un circo como este:

- “Vamos a ir a ver una peli el sábado te apuntas?”
- “Llegaré a Zaragoza en el tren de las seis”
- “Pero que tren, qué dices de Zaragoza te digo que vamos a ir al CINEEEE”
-“Qué cine? Pero esto se oye como si tuviera eco, no?”
-“Uy que me parece que se nos ha cruzado otra línea”
- “Oiga que se nos están metiendo en nuestra conversación, haga el favor de colgar y volver a llamar”
- “De eso nada cuelga tú”
- “Pues no, porque yo llevo ya hablando un buen rato y os habéis colado vosotros”
- “Pues por eso mismo mejor colgar vosotros que ya os habréis dicho todo lo que teníais que decir”
-“¡Si hombre, pues yo no cuelgo!”
- “Vale pues seguimos hablando a ver quien se entera de qué”

Nos poníamos a gritar todos a la vez hasta que al final se oía:
-“PUES NADA QUE CUELGO, QUE ESTOS PLASTAS NO NOS DEJAN HABLAR”
-“PUES NOSOTROS TAMBIEN COLGAMOS, PORQUE NO NOS ENTERAMOS DE NÁ, ADIOS IDIOTA”
-“ME HAS LLAMADO IDIOTA?”
-“!NO A TI NO A LOS OTROS¡”
-“ANDA Y QUE OS DEN”

Y colgábamos, para volver a llamar a cualquiera y contarle: “A qué no sabes lo que me acaba de pasar, se me ha cruzado otra línea de teléfono”

Por qué no puedo ver a un muerto?

El domingo pasado murió un tío mío, y como es habitual en estas circunstancias, fuimos a un tanatorio, por desgracia ya conozco más de los que me gustaría, y puedo hacer un estudio de los mismos solo con la forma de las salas.

Si puedo, normalmente prefiero no entrar, y saludar a los familiares fuera, así lo llevo haciendo hasta el momento y nunca he visto un féretro con la persona en cuestión detrás del cristal, siempre me las ingenio para no tener que mirar, y dependiendo de cómo sea la sala lo tengo más o menos difícil, pues normalmente la familia más allegada, siempre está lo más cerca posible de la zona que no quiero ver.

Mi táctica es muy simple, dar siempre la espalda al cristal, pero sin acercarme demasiado, para mi los mejores son los que cuesta llegar hasta donde está, pues cuando estoy demasiado cerca, reculo y se donde está mi límite.

Pero en el tanatorio de Getafe, lo tuve bastante mal, la sala era enorme, y dos sillones también muy grandes frente a la cristalera, de manera que después de saludar, girara por donde girara, lo tendría que mirar. Para evitarlo pasaba de dar los besos a mis familiares a mirar al techo, al suelo, agradeciendo un montón que viniera gente y se interpusiera entre el cristal y yo, pero tenía que hacer verdaderas virguerías para seguir sus movimientos, si giraban la cabeza, zás se me iba la vista a ese lugar con tan poca luz, con las coronas, así que tuve que hacer varias veces una cosa que puedo hacer desde pequeña, que es como si apretara el nervio óptico y me provoco una visión borrosa (por cierto lo estoy intentando ahora mismo pero lo he perdido, ya no puedo hacerlo) he perdido mi poder, eso pensaba cuando era una mocosa, me concentraba en algo, lo veía borroso y luego volvía a verlo bien y jugaba a que hacía magia.

En fin espero que alguna vez se me pase, pero mientras tanto prefiero tener un recuerdo de ellos vivos, no quiero mantener esa imagen tétrica en mi cabeza, de momento ni puedo ni quiero ver un muerto.

Gente nueva nos cae bien, nos cae mal...

Qué sucede cuando conocemos a alguien nuevo? Pueden pasar varias cosas, una que de entrada o nos caiga bien o nos caiga mal, hace poco ha venido una nueva adquisición que en la primera impresión a mí me pareció alguien normal, pero claro yo no tengo que estar codo con codo con esa persona, la verdad es que solo cruzamos algo de conversación dos días, y con eso tampoco conoces a nadie, en principio otorgo el beneficio de la duda.

Pero que ocurre cuando la gente que conoces te cuenta que no les cae bien? Con quién empatizas, con la persona recién llegada de la que no sabes ni un pimiento pero que da un poco de pena, no conoce a nadie, está desorientada, quiere ser incluidas en el grupo, intentan ser agradables, o con las que conoces hace ya casi veintitantos años y que son de fiar?

No debemos dejarnos influir, pero es inevitable, hacer piña con las que más conoces, según van sacando defectos, acabas viéndolos igual que ellas, y en el fondo eso nos une más, debe ser algo innato en el ser humano que nos viene del instinto animal, hacemos manada para ir contra la presa o enemigo.

Aunque también puede pasar que gente que a ellas les caen bien, a ti te caigan como una patada en el estómago.

Al final muchas veces cambiamos de opinión, primero no nos gustan y luego si, o empiezan muy bien y luego son tontos de capirote.

Hace un año vino a trabajar con nosotros una persona que bueno al principio pues a todos nos cayó bien, pasó el tiempo y empezamos a sacar defectos, pues anda, sabe de todo, no hay tema que saques que no tenga algo que decir, llegamos a compararla con el listo que todo lo sabe, pero al menos ella tiene mejores formas de decir las cosas, aunque eso sí, de una manera un tanto monótona y siseante, es decir que para decir icc dicen isesé, sabéis esas personas que no son de aquí, sino de donde es Shakira, pero que cuando las intentas escuchar, automáticamente tu mente se evade, porque te aburre no oír una subida o bajada de tono (yo la mandaría a OT, no a que la enseñen a cantar, sino a modular un poquito), te puede contar algo muy divertido como si estuviera en un funeral, o algo muy triste como si fuera el mismo funeral, es lo que yo llamo una conversación valle, no hay un solo pico ni hacia arriba ni hacia abajo. Y con el tiempo te das cuenta de que te va como minando, y acabas por intentar hablar con ella lo menos posible, y a su vez eso hace que me sienta mal, no todo el mundo tiene que ser ágil para contarte algo, pero claro si desde que empieza hasta que acaba te dan las uvas y ves que la conversación no va a ninguna parte pues te acabas por desesperar.

Si a eso se añade que cada vez que la pedimos hacer algo del trabajo para lo que la han contratado, no hay una sola vez que se pueda hacer a la primera, y viene y te cuenta el motivo, y lo vuelve a intentar, y vuelve a salir mal, y te lo vuelve a contar, hasta que a los tres días con un poco de suerte podemos dar por finalizada una gestión, algunas ya pensamos que o es un poco manta, o no la entienden, o directamente es gafe.

Espero que mi trabajo me dure, y no tenga que entrar en un sitio donde me vea como la nueva, sin saber a quien le caigo bien o le caigo mal...

miércoles, 2 de febrero de 2011

Todo lo de antes ya no vale...

Supongo y estoy convencida de que con la edad nos vamos enrareciendo, y lo que antes era un bonito lunar, ahora lo veamos como una fea verruga, y pasa en casi todas las relaciones las familiares, de amistad, con compañeros de trabajo, etc., como se te ocurra hacer una sola vez algo que no les guste y que les siente mal, se les olvida de golpe y porrazo todo lo vivido con anterioridad, da igual que hayas escuchado sus problemas, sus miedos, sus enfermedades, las de sus maridos, las de sus hijos, las bodas, los nacimientos de los nietos, que hayas compartido sus estados de ánimo, sus sufrimientos, sus fríos, sus calores, que hayas intentado ayudar dentro de tus posibilidades, de interesarte por su vida en general, los buenos ratos, los consejos, el quitarle importancia a sus problemas para que no se preocuparan, en fin toda una larga lista que se borra de un plumazo.

Un día, un solo día metas la pata por un motivo casi intrascendente y además si se piensa fríamente casi justificado, y te caes con todo el equipo, de golpe y porrazo ya eres malo, y has hecho mucho daño, da igual que pidas perdón, que te disculpes, que reconozcas que hiciste algo mal, da igual, la baraja se ha roto para no volver a recomponerse.

Lo bueno es que si la relación era lo suficientemente consolidada eso no ocurriría, pero si es con personas que van de buenacitas y que dicen no ser rencorosas, y van a la chita callando, malo, al final se demuestra su mezquindad, que menos que decir, bueno pues pelillos a la mar, pues no.

Yo siempre intento ponerme en el lugar de los demás, es la única manera que sé de poder comprender que pensaría yo, si me pasara tal cosa o tal otra, y sinceramente, no creo que le diera tanta importancia a un asunto tan intranscendente, pero como digo, puede que cuando yo tenga la edad de la persona con la que me ha pasado, piense todo lo contrario que ahora y me enfade por las cosas más nimias que me sucedan.

De todas formas yo sigo queriendo sacar siempre la parte positiva de todo lo que me rodea, y si las cosas son así, pues pienso que al mal tiempo buena cara, es difícil llevar una relación laboral porque no la queda otro remedio, con alguien con quien te has cabreado, pero es lo que hay y aparte de los saludos de cortesía y la información indispensable, casi se agradece el no tener todos los días que aguantar a la ahora víctima de nuestro fallo, con sus cantinelas matutinas como: ¡Ay mamaíta!, ¡Qué frío, pero que frío!, ¡Qué estrés!, ¡Ay que miedo!, ¡Yo no se nada, ni quiero saber! o ¡Pues si se lo tengo que decir a mi Jefe para que me hagan caso, se lo digo!

Lo dicho al final todo se rompe porque en el fondo no había el suficiente poso y todo lo de antes ya no vale...

jueves, 20 de enero de 2011

Mis dos pies izquierdos...

Este año he cumplido años, como todos los años, y como todos los años, mi familia se retuerce el cerebro para ver que me regalan, porque la verdad soy un tanto difícil para recibir regalos, no lo puedo negar, por ese motivo últimamente pienso en algo que yo normalmente no me compraría, pero que si es regalado pues sí me gustaría tener.

Bueno al lío, esta vez quería unos botines tipo anatómico, y los quería para poder enseñárselos el día que nos juntáramos para celebrarlo, así que empecé a hacer un barrido por las pocas tiendas que existen en Madrid y alrededores, con bastante mala fortuna, pues ya no les quedaban en casi ninguna, pero al final encontré dos donde me dijeron que los tenían y además mi número, así que me personé en la que me venía mejor llegar desde mi trabajo, y cuando me voy a probar los dos para ver como ando, resulta que eran del pie izquierdo, el dependiente me dice que no me preocupe, que va a buscar el derecho, pasa un buen rato y me dice que es increíble pero que debe estar en otra tienda, así que llama y comprueba que efectivamente allí tienen dos pies derechos, pero que los tiene que pedir y que se los traen la próxima semana, como yo los quería para ese finde, le propongo ir yo a que me los dieran, y así lo hicimos, me chupé casi tres cuartos de hora en metro con mis botines del mismo pie, hasta conseguir el par perfecto, pero al final ha valido la pena, sobre todo por no tener que girarme la pierna para tener dos pies izquierdos.

Gospel, suena como los ángeles!

Yo nunca he oído cantar a un ángel evidentemente, pero hace un mes fuimos a ver un coro gospel, era nuestra primera vez, después seguimos buscando ese tipo de música y puedo asegurar que si es un coro grande y con una súper orquesta es alucinante, como yo no se ni papa de inglés solo me fijaba en la música, los tonos, las voces, pero cuando pasaron a cantar algunas en español, y hacían un breve resumen de las canciones, es cuando me enteré de qué iban en realidad, pues aunque habíamos oído algunas canciones, visto algunas películas, informado de cómo se creó, más menos intuíamos de que iba el tema, pero no demasiado a fondo.

Entonces Leandro me dijo que los cantantes eran evangélicos, pero yo decía que no, que simplemente estaban interpretando, tal y como lo hacen los actores en una obra de teatro. Pero he entrado en algunas páginas y creo que va a tener algo de razón, aunque no puedo creer que para cantar ese tipo de música te tengas que convertir.

Y de ser así, pues nada que sigan cantando como los ángeles!