miércoles, 2 de febrero de 2011

Todo lo de antes ya no vale...

Supongo y estoy convencida de que con la edad nos vamos enrareciendo, y lo que antes era un bonito lunar, ahora lo veamos como una fea verruga, y pasa en casi todas las relaciones las familiares, de amistad, con compañeros de trabajo, etc., como se te ocurra hacer una sola vez algo que no les guste y que les siente mal, se les olvida de golpe y porrazo todo lo vivido con anterioridad, da igual que hayas escuchado sus problemas, sus miedos, sus enfermedades, las de sus maridos, las de sus hijos, las bodas, los nacimientos de los nietos, que hayas compartido sus estados de ánimo, sus sufrimientos, sus fríos, sus calores, que hayas intentado ayudar dentro de tus posibilidades, de interesarte por su vida en general, los buenos ratos, los consejos, el quitarle importancia a sus problemas para que no se preocuparan, en fin toda una larga lista que se borra de un plumazo.

Un día, un solo día metas la pata por un motivo casi intrascendente y además si se piensa fríamente casi justificado, y te caes con todo el equipo, de golpe y porrazo ya eres malo, y has hecho mucho daño, da igual que pidas perdón, que te disculpes, que reconozcas que hiciste algo mal, da igual, la baraja se ha roto para no volver a recomponerse.

Lo bueno es que si la relación era lo suficientemente consolidada eso no ocurriría, pero si es con personas que van de buenacitas y que dicen no ser rencorosas, y van a la chita callando, malo, al final se demuestra su mezquindad, que menos que decir, bueno pues pelillos a la mar, pues no.

Yo siempre intento ponerme en el lugar de los demás, es la única manera que sé de poder comprender que pensaría yo, si me pasara tal cosa o tal otra, y sinceramente, no creo que le diera tanta importancia a un asunto tan intranscendente, pero como digo, puede que cuando yo tenga la edad de la persona con la que me ha pasado, piense todo lo contrario que ahora y me enfade por las cosas más nimias que me sucedan.

De todas formas yo sigo queriendo sacar siempre la parte positiva de todo lo que me rodea, y si las cosas son así, pues pienso que al mal tiempo buena cara, es difícil llevar una relación laboral porque no la queda otro remedio, con alguien con quien te has cabreado, pero es lo que hay y aparte de los saludos de cortesía y la información indispensable, casi se agradece el no tener todos los días que aguantar a la ahora víctima de nuestro fallo, con sus cantinelas matutinas como: ¡Ay mamaíta!, ¡Qué frío, pero que frío!, ¡Qué estrés!, ¡Ay que miedo!, ¡Yo no se nada, ni quiero saber! o ¡Pues si se lo tengo que decir a mi Jefe para que me hagan caso, se lo digo!

Lo dicho al final todo se rompe porque en el fondo no había el suficiente poso y todo lo de antes ya no vale...

1 comentario:

  1. No se puede controlar lo que piensan los demás, lo que si podemos es sentirnos orgullosos de nuestros actos con respecto a ellos y a nosotros mismos, nunca contentarás a todos intentado no contradecirlos porque siempre habrá quien se sienta perjudicado de algún modo, por lo tanto, haz lo que creas correcto y olvidate, quien merezca la pena te entenderá y quien no, se descartara el solo.
    Nos vemos pronto!!

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