miércoles, 20 de agosto de 2014

Mi nueva sobrina me traerá, recuerdos de mi infancia!



Por si éramos pocos no va a parir la abuela, sino otra vez mi cuñada, eso, eso que aumente la natalidad, que dicen que ha caído en picado.
Hay quien, aunque la economía vaya mal, el mundo esté loco y dé más miedo que once viejas, no se conforma con uno y quiere la parejita, así que ya vamos a tener una meona en casa, además todo indica que puede nacer el mismo día que mi hermano y yo, así que ya sé dónde vamos a celebrar los cumpleaños.

La noticia cuando me la dieron me dejó más preocupada que otra cosa, yo y mi mentalidad de viejuna, yo y venga poner problemas, yo y que pasa con el trabajo, yo y que no váis a caber en la casa que es muy pequeña, yo pensando en los abuelos que se la van a comer con patatas, yo y todas esas circunstancias que han hecho que yo no los tenga.

Pero menos mal que hay quien no le da ninguna importancia a eso y piensan que ya saldrán de una manera o de otra, esos son los valientes, yo soy una cobardica, y lo digo como lo siento, jamás me sentí capacitada para esa tarea.

Buenos aparte de filosofar sobre la maternidad el tema de hoy lo dedico a los nombres que buscan los padres a sus hijos, también influye que la madre no sea española y el padre sea más joven que yo y no recuerde ciertos capítulos de la infancia de los que ya rondamos los 50 añitos.

Aclaro todo esto porque a mi sobrino le pusieron Lucas, y claro intentamos que cambiaran de opinión por aquello que se decía en mi época de: ¡Hasta luego Lucas! Y que hizo tan famoso Chiquito de la Calzada.

Pero ahora se han empeñado en ir más atrás en el tiempo, y mi sobrina se va a llamar Valentina, si exactamente como el personaje femenino de aquel inolvidable programa infantil de los años 60, yo era del club de fans y hasta me enviaron esta postal firmada por ellos, me puse más feliz que una perdiz.

 

Lo que con ellos aprendimos aún sigue en nuestra memoria como:

Locomotoro que inclinaba su cuerpo hacia adelante con los pies fijos en el suelo, cuyas frases más conocidas eran "que se me mueven los mofletes"  "borra eso"  "hola amigüitos" "Buenas tardes tardes".

Valentina dulce y fina como una mandarina, siempre provista de unas grandes gafas, era la más inteligente, sensata y la sabihonda del grupo. Saludaba diciendo "Hola, señores chicos".

El Capitán Tan es tan capitán que parece un rataplán, (que sigo sin saber que es) comenzaba a contar sus viajes diciendo: "En mis viajes por todo lo largo y ancho de este mundo".

El tío Aquiles con sobrinos a miles. 


Y luego andaban chinchando los Hermanos Malasombra que cambiaban el color de los trajes cuando se volvían Buenasombra, todos tenemos en la memoria las cancioncillas que nos aprendíamos casi como el Padre Nuestro (en aquella época no se podía esperar otra cosa) y que luego cantamos hasta la saciedad en el cole, en el campamento, en los cumpleaños, donde se terciara no faltaban nunca:

El barquito chiquitito, Los hermanos malasombra, La vaca de Aravaca, Si quieres ser Capitán y El Reino del Revés.

¡Qué tiempos aquellos de la niñez, con qué poquitas cosas nos conformábamos y con qué poquito éramos felices!.

Al final mi nueva sobrina siempre me traerá, recuerdos  de mi infancia!

jueves, 13 de marzo de 2014

La madre de una sirena nadando entre quimio



Otra vez esa maldita enfermedad ha tocado a alguien muy cercana y querida por mi y mucha más gente, alguien que nunca quiere ir al médico por si la encontraban algo malo y mira tú por dónde, se lo han encontrado, pero como en otros casos que conozco, es de lo malo de los mejores, el cáncer de pecho ya la han quitado lo que tenía afectado, y ahora empieza lo más duro.

Aunque si sigue con el mismo talante, fuerza y positividad, lo pasará en un santiamén, que a nuestras edades, ya el tiempo se nos va corriendo como la pólvora y cuando menos se lo espere, en unos cinco años más o menos la darán el alta definitiva y lo recordará como una mala pesadilla.

De momento y antes de que empiece su particular procesión cada veintiún días de meterse el veneno en el cuerpo, va a disfrutar de un fin de semana viendo competir en natación sincronizada a esa sirenita tan especial que tiene por hija.  

Seguro que eso la va a dar toda la fuerza del mundo para superarlo y si gana alguna medalla será para las dos, que bien se lo tienen merecido.

Disfrútalo a tope compañera, que ya queremos que estés de vuelta y recuperada, pues seguro que estará echando mucho de menos sacar el mantenimiento preventivo mensual, que nos ha dejado para que se lo cuidemos.

Como tanto te gusta el líquido elemento porque también te gusta mucho nadar, piensa que eres una sirena como tu hija, que en lugar de sumergirte en el agua de una piscina, tomas baños internos de quimio para que te purifique por dentro.

sábado, 15 de febrero de 2014

Mi héroe verdadero



Yo lo tengo súper claro ni Superman, ni Spiderman, ni los Cuatro Fantásticos, ni Batman, ni Lobezno, ni Ironman, ni Hulk, ni Flash, ni el Capitán América, ni Thor, ni los Increibles, porque ninguno de ellos hace lo que mi héroe.

Los poderes que él tiene son inigualables y aunque pertenece a otra clase mejor vista por la curia romana, que por los lectores de comics o tebeos, él lo da todo, puede que influya un poquillo el que cada vez que alguien le pide ayuda, una parte bastante sensible de su cuerpo sufra bastante, pero la verdad es que conmigo tiene el 100% de eficacia aprobada.

Pierda lo que pierda, en unos días o semanas, aparece como por arte de birlibirloque, solo necesito algo para atar y decir las palabras mágicas haciendo un nudo a la vez: “San Cucufato, los cojones te ato, si no me lo devuelves no te los desato”, si tarda mucho repito la operación pero nunca llego a hacerlo tres veces, empiezo con uno flojillo porque en el fondo me da penita, si pasa el tiempo y no aparece con el segundo le pongo más ganas, aprieto tanto que luego me cuesta  desatarlo.

He hecho ex profeso un conjunto de unas cuatro o cinco cintitas de seda de varios colores y las tengo solo para estos menesteres.

Probablemente será que mi memoria anda ya un poco tiesa, y confundo las cosas como Dinio y la noche, pero como siempre me funciona, solo tengo parabienes y recomendaciones de sus artes sabuesudas, para encontrar todo lo que damos por perdido, por eso dejo aquí mi homenaje para que sea conocido en el mundo entero, que para mí es un héroe verdadero. 

Vuelve a la carga esa maldita enfermedad innombrable



Que duro y que de cerca lo estamos viviendo, he tenido amigas y compañeras de otros departamentos que lo han sufrido y afortunadamente todas han salido vencedoras de esta maldita pesadilla que las ha tocado vivir, unas hace más tiempo que otras.

Pero ahora lo sufre alguien que está a dos mesas de mi, alguien con la que llevo la torta de años trabajando, alguien que es muy querida por tod@s, alguien a quien siempre digo que es mayor que yo (aunque la verdad es que solo son unos meses), alguien con quien a veces discuto como si fuera una hermana, alguien que siempre viene con una sonrisa, alguien que se sabe los nombres y apellidos de toda la realeza europea, alguien que piensa que quien la hace la paga, alguien que casi es vidente y cuando dice que nos aplican de nuevo el convenio, van y nos lo aplican, que si nos dan otro día de asuntos propios, pues nos los dan, alguien que hizo realidad hace casi doce años el sueño que tenía de ser madre, aunque tuviera que cruzarse medio mundo para lograrlo, alguien que lo consiguió y fue la mujer más feliz del mundo, alguien que tiene una sirena muy especial, alguien que tiene una familia espectacular, alguien a quien otro alguien siempre desde el cariño la llama “La niñata”, alguien que tiene muy claras sus convicciones, alguien que se indigna con todo lo indigno que pasa en nuestra empresa, comunidad, país, mundo.

Y ese alguien con nombre y apellidos se enteró hace dos meses de que tenía un bulto maligno, y todas nos pusimos en su lugar, pensando en todo lo que se la venía encima, sentimos y compartimos su miedo a que estuviera extendido, a ponernos en su pellejo actuando para que su hija no se diera cuenta de lo mal que lo estaba pasando, a la angustia de una vez hechas las pruebas, esperar los resultados.

Este viernes nos despedimos de ella porque la operación ya ha llegado, la semana que viene se lo quitan, y sabemos que tardará mucho en volver al trabajo, y rogamos a quien nos escuche, si es que existe alguien sea por arriba o por abajo, que tenga suerte que quede limpia, para que no tenga que pasar por las sesiones del veneno que es lo único que acaba con el maldito bicho y de ser así ojala que la afecte lo menos posible.

Sabemos que es muy fuerte, que podrá con ello, que saldrá victoriosa como lo han hecho otras tantas mujeres valientes a las que ahora la vida las vuelve a sonreír, igual que la pasará a ella.

Te estaremos esperando, juntas nos salvamos del ere, y juntas seguiremos hasta el final en cuanto te repongas de esa maldita enfermedad innombrable.