Aqui no hay playa!!!

Madrid no tiene playa, cuando en una ciudad costera no sabes donde ir o que hacer, siempre te queda la posibilidad de dar un paseo por el puerto marítimo o simplemente acercarte a la orilla del mar a pasar el rato.

Aquí su equivalente es el parque de El Retiro, cuando uno esta en casa y no tiene planes, lo mas recomendable es dejarse caer por allí, donde puedes desde navegar en un barco solar en el estanque, remar en barca para los mas atrevidos, patinar por el paseo de coches emulando a esos jovenzuelos (ya barbudos en algunos casos) haciendo eses entre conos o montar en bici de alquiler por las sendas que recorren este bosque urbanita, puedes ver patos, gatos, ardillas que se acercan a tu mano a por un trozo de pan duro y pavos reales que detectan una cámara de fotos a distancia y se colocan y posan como modelos de alta costura, puedes ver exposiciones temporales en la Casa de vacas o esculturas diseminadas por las rotondas, la del ángel caído entre otras (dicen que la única que hay sobre el diablo) puedes hacer el circuito que muestra todas las variedades de árbol allí plantados, puedes contemplar el que sirve de apoyo a la osa de nuestro escudo y contemplar el fruto que le da nombre -el madroño-.

Puedes retroceder en el tiempo y contemplar edificios como el Palacio de cristal o los recintos que formaban la Casa de fieras, puedes meditar en el Bosque de los Ausentes, puedes los domingos de verano oír a la Banda Municipal en el Templete interpretar castizas composiciones, puedes ir descubriendo un poco cada día y siempre quedará algo.

Marca indeleble

Lo que se aprende de niño, queda marcado como a fuego para los restos y sino que se lo digan a mi estomago, canillas y sistema nervioso en general, pasan de 0 a 100 en menos tiempo que un Ferrari con solo traspasar la puerta del dentista, y bien es verdad que ya no duelen los tratamientos como antes, hoy existe un spray anestésico para no sentir ni el pinchazo de la anestesia necesaria para la operación , pues ni por esas, ni usando todo mi poder de persuasión conmigo mismo consigo relajar alguno de los músculos y que decir del momento de sentarse en ese potro de tortura con esos utensilios sacados de la imaginación de algún maquiavélico matasanos, con lo único que consigo aislarme de la realidad es concentrándome en esa luz articulada y mirando en su interior, intento entrar en un trance liberador, de vez en cuando parece que funciona pero vuelvo a la realidad de un respingo cuando ese torno maldito se recrea en alguna de mis encías hipersensibilizadas.
Cuando por fin salgo de aquel lugar y miro el reloj compruebo como Einstein tenia razón en su teoría de la relatividad, el tiempo ha corrido mucho mas lento para mi que para el resto de los mortales.

Cumples hippies.

Estábamos el domingo apaciblemente sentados en un parque público cuando un vimos como un grupo de personas se instalaban en una mesa tipo merendero e iban decorando una pequeña parcela con guirnaldas y colocando manteles de fiesta, sacando las diversas viandas que servirían de refrigerio a las pequeñas fierecillas que ya correteaban alrededor o saltaban y jugaban en los columpios próximos, tardamos unos momentos en percatarnos que era un cumpleaños infantil, la razón es que esto ya no se hace, hoy lo normal es ir a un parque de bolas o a algún burger o centro comercial al efecto, que dicho sea de paso suponen unos 150 a 300 euros al maltrecho presupuesto familiar o dicho de otro modo unas 40.000 de las antiguas pesetas ¿cuando se gastaron nuestros padres una cantidad similar en un festejo de estos?
Nos hemos acomodado a que nos lo den todo hecho, es verdad que si le preguntas a un niño si prefiere un parque de bolas o uno callejero probablemente elegirá el primero, pero si en lugar de preguntar le llevamos sin mas y le ponemos con sus amigos se lo pasará genial.
En este cumple en particular además los padres eran participes de algunos de los juegos de los peques, uno de ellos ejercía de capitán pirata y armado con un mapa del tesoro era seguido por todos los grumetes descubriendo pistas por la zona.
Lo más chocante fue que los invitados no llevaban regalo, evidentemente no pregunté, pero se me ocurre que sería una buena opción para educar mentes en crecimiento, inculcar que la asistencia no requiere regalo, para cumplir varios objetivos.
Primero: No recibir un exceso de presentes -únicamente los de familia y amigos muy cercanos- esto hará que realmente se valoren los recibidos.
Segundo: Reducir el gasto tanto del homenajeado como de sus invitados.
Tercero: No verse obligado a acudir a lugares demasiado esplendidos para compensar tanta dádiva.
Y cuarto y no menos importante: Recuperar la esencia del acto involucrando a todos en el evento.
Sin embargo para que todo esto pudiera funcionar tendríamos que estar todos implicados, sino sería un agravio comparativo para algunos.
Habría que inventar una especie de club de cumples hippies y determinar una serie de estatutos en los que decidir si habría obsequio o no, o hasta que precio, si participarían activamente los padres, elegir lugares idóneos e incluso si pudieran ser conjuntos o cualquier otra idea interesante.

Arriba la Esteban.

Algo que siempre pensé que era una mas de las leyendas urbanas que pululan por ahí, era que hubiera gente que enviara sms a los programas de tv, después con el tiempo incluso he conocido a algunos de estos incautos, que se justificaban como si fueran una ONG salvando a tal o cual concursante o castigándolo cual moderno dios todopoderoso.
Pero lo que me parece absolutamente increíble de esta nueva época televisiva es el efecto Belén Esteban, si miramos objetivamente los datos, estamos destinando un 80% de cuota de pantalla en determinados horarios a una señora, madre del hijo de un torero jubilado hace años, ambos casados a su vez con otras parejas y sin mas interés aparente que la enemistad que se puedan tener, algo que esta pasando en muchas familias a nivel privado y que intentan sobrellevar de la mejor manera posible, en la tele se convierte en una versión actualizada del circo romano, -no se si encuadrarlo en el apartado de gladiadores o directamente en el de cristianos comidos por leones- en la que se utilizan hasta encuestas a nivel nacional con los bandos perfectamente definidos y dispuestos a la lucha.
Habrá que estar pendientes de nuestro árbol genealógico no vaya a ser que el cuñado de una prima segunda haya tenido un lío con el sobrino del vecino de alguien que fue al colegio con algún actorcillo de medio pelo de alguna serie juvenil y acabemos en un plató vociferando y defendiendo nuestro honor ante millones de telespectadores sedimentos de sangrucia.

Opciones.

Porque nunca aparecen buenas noticias en los telediarios?

En cada situación de la vida siempre podremos verla desde diferentes ángulos, pero no se si será el país en el que vivimos, la época que nos ha tocado vivir o simplemente el ser humano es así.

Situación objetiva: estamos en crisis.

Pesimista:

No hay trabajo, por lo tanto no hay dinero, hundimiento.

Optimista:

El Euribor está en mínimos históricos, al 1%, ni el mas imaginativo de los mortales pensó alguna vez verlo artrastrado por los suelos.

Los precios han caído en gran cantidad de actividades de ocio, aquellos que mantengan su sueldo de años atrás han ganado poder adquisitivo y pueden darse caprichos que solo disfrutaban antes los que inflaron la burbuja inmobiliaria.

Los jóvenes que abandonaron los estudios pueden volver a ellos y con renovadas energías.

Cuando una puerta se cierra, puede y solo digo puede que se abran otras, pero si ni siquiera llamamos es seguro que no se moverán.

La actitud que tomemos ante la vida y sus problemas marcarán el destino de esta y si en este camino nos dejamos influenciar demasiado, tanto por los pesimistas como por los excesivamente optimistas corremos el riesgo de acertar o equivocarnos igualmente pero con la decisiva diferencia de que no son otros los que ha vivido nuestra existencia.

Corramos el riesgo y afrontemos nuestras decisiones, no hay garantía de triunfo pero es muuuuucho mas divertido.

Ozú que caloó!

Las fiestas de los pueblos cuanto mas pequeños sean estos mejor son sus celebraciones y mas cercanos a lo que se pretende conseguir.
Es la segunda vez que nos dejamos caer por Moraleja de Enmedio y salvo por un calor abrasador y la media hora de desplazamiento, las expectativas han sido cumplimentadas sobre todo por el colectivo de menos de 5 años, entorno natural, suficientes colchones para todos y en los sitios de más tirón una espera de 5 minutos máximo.
Los mayores si hemos notado la temperatura y no nos ha quedado mas remedio que aplicar a nuestros sedimentos gaznates un poco de zumo de cebada refugiados en la cantina mas cercana.