La canción del verano

Todos estamos deseando que llegue el buen tiempo y el calorcito para ir a las piscinas, irnos de vacaciones, descansar …pero sobre todo para hacer barbacoas con los familiares, amigos y sobrinos postizos.
Es alucinante que en solo un mes pueda uno asistir o hacer tantas barbacoas como sea posible, la pena es que los fines de semana no son de cuatro días, pero como solo son de dos, deberíamos desayunar barbacoa, comer barbacoa, merendar barbacoa y cenar barbacoa.
Por lo general yo no soy muy carnívora y con un poquito de todo me basta, pero prefiero como la última vez, una buena parrillada de verduritas frescas y eso si que no falte la sangría.
Con ese nombre debería darnos un poco de grima, pero debe ser que saca nuestro instinto o estinto animal porque apetece, gusta y pasa como la seda, entre todas estas bondades culinarias y medio alcohólicas, se nos va el veranito sin darnos cuenta, pero año tras año por los siglos de los siglos, estas reuniones alrededor de una mesa al aire libre nos harán recordar la canción que hizo historia con Georgie Dann:

La barbacoa, la barbacoa.

Como me gusta la "Barbekiú".