Cuando este año se decidió no convocar el SIMO, la cosa pintaba mal, la mano negra de la crisis caía como una losa sobre este tipo de eventos, expo-ocio si ha acudido pero devaluada en su principal atractivo, la memoria trata de recordarme como era en esencia esta feria, dedicada a promocionar nuevos deportes y actividades sobre todo por instituciones publicas, ayto, comunidad de Madrid pero también privadas que buscaban combinar el ganar dinero con el disfrute de sus clientes.
Hoy tristemente he comprobado como solo queda de aquello el nombre, los pasillos están ocupados por vendedores de sillones relax, videojuegos, comestibles típicos de todas partes de España y los herederos de los charlatanes de pueblo vendiendo utillaje de cocina o limpieza.
Pero algunas veces suele ocurrir, que lo mejor es lo que uno no espera, junto a los pabellones dedicados a esta, hay otras dos exposiciones, Habitalia -mas de lo mismo- y
....Integra Madrid, gran descubrimiento donde los haya, entrar en este recinto es como cruzar una puerta a otro mundo, esto es lo que yo espero de este tipo de muestras, sorprenderme con cada stand, inmersión directa en las entrañas de cada país, música, decoración, indumentaria, alimentos totalmente diferentes a los que uno esta acostumbrado, incluso las actuaciones o no se como denominar el baile que estaban perpetrando dos individuos ataviados con todo tipo de parafernalia, al principio parecían dos borrachos a los que se les hubiera hecho circulo, pero cuando te parabas a observar, el espectáculo era chocante, ciertamente no tenia una plástica muy ortodoxa pero los ejercicios eran de una dificultad increíble.
Al final salí de allí con un buen sabor de boca, cargado con mi buena bolsa de propaganda inútil y regalos promocionales tan esenciales para conservar un año mas la tradición.
P.D. Los regalitos fueron del ultimo pabellón porque expo-ocio tampoco en esto cumplió.
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