Una tribu nómada... en bicicleta

Amanece y ya se empieza a oir un rumor de la gente que se prepara a partir. Yo que soy de mucho dormir resisto... un par de horas mas. Cuando me levanto todo el mundo está en danza. Algunos ya han montado sus alforjas en sus bicis y han salido para el siguente pueblo donde nos espera sitio para dormir, una piscina y la gastronomía local. Otros van y vienen preparando cosas y desyunando. Estamos en unos encuentros cicloturistas en el Maestrazgo, provincia de Teruel.
Mas tarde el camino: Carretera de estas secundarias que casi no pasan coches, alguna pista forestal, algún puerto... muchos valles y cortados de pared caliza, bosque mediterraneo y árboles muy frescos en la rivera de los ríos, pozas y riachuelos, pueblos colgados en la montaña. Hacemos paraditas según nos entra el cansancio y tomamos la comida que llevamos en la alforja: frutos secos, fruta, agua, la bota de vino, que no falte, algúna barrita energética. Pero muchas veces paramos en los bares de los pueblos y nos tomamos algún botellín con un bocata de lomo, que sabe a gloria. ¡Ni que lo hubiera hecho Arzac!
Mucha gentge no entiende como puedo llamar vacaciones a este tipo de actividad. ¡Hay que probarlo! Las palabras no convencen. Ni tampoco las imágenes... pero por si ayuda, aquí van algunas:

Las fotos.

No debo olvidar que aparte de lo bien que nos lo hemos pasado, este viaje también tiene una función reivindicativa para que las administraciones tengan en cuenta la bicicleta (esto va en mi caso sobre todo contra el ayuntamiento de Madrid) que permite transportarse de una manera mucho mas ecológica, económica y que haría nuestras ciudades mucho mas agradables.
Y ya que nuestros políticos están a lo suyo (=robar) pues nosotros hacemos algo... por lo menos hacemos algo.