lunes, 15 de febrero de 2010

Padres primerizos y novedades tecnológicas

Ayer fuimos a visitar a unos padres recién diplomados desde hace solo mes y medio, lo primero en lo que me fijé es en lo que habían envejecido en tan poco tiempo, pasaron de ser unos chiquillos, a de repente ser padres de familia, con arrugas y las preocupaciones de si come o no come, si llora mucho o poco, pues un hijo no es un juguete, aunque lo pueda parecer.

No se a que es debido pero desde muy pequeñas las niñas tenemos ese espíritu maternal con todos los muñecos que nos regalan o que pedimos, sobre todo los que más se asemejan a un bebe, que digo yo, pero que ganas de andar quitando mocos, cacas, pises o enfermedades antes de tiempo!
Bueno pues yo creo que es como un entrenamiento para después, en cuanto a una mujer se le despierta el instinto maternal o el mal llamado reloj biológico, ¡zás! Volvemos a ser como aquellas niñas, pero ahora el muñeco tiene vida propia.

Todo es muy bonito, la habitación super decorada, la ropita tan chiquitita, darle de mamar con ese vínculo especial que se crea entre madre e hijo, pero cuidadito, que esta vez es de verdad, de carne y hueso, come de verdad y hace sus necesidades que huelen de verdad (eso de que es caquita de angel, ¡una mierda!), y si llora te asustas mucho porque no sabes si lo que le pasa es normal o tienes que salir corriendo al hospital.

Lo mejor son todos los consejos que se dan a las primerizas, que si llora y son cólicos del lactante, pues a aguantarte, si le dices que le den anises, te contesta que la pediatra no es partidaria, pues puede tener convulsiones, a lo que respondes, que a todos nosotros de pequeños nos los daban y mira, todos tan sanos lo único malo es que hemos salido pedorrones.

Y lo más flipante de todo, es que en nuestra época si llorabas y te oían tus padres tenías suerte, aunque no siempre corrieran a cogerte en brazos de la cuna, otras veces llorabas y llorabas y al final te dormías de aburrimiento.

Unos años más tarde los bebes se controlaban con unos walkie-talkie’s, (el mejor regalo decían las madres) y dependiendo del grado del lloro, grito, rabieta o pataleta, iban en tu ayuda o no.

Pero ahora, la cuna se ha convertido en un Gran Hermano, tienes una cámara enfocándote directamente desde una esquina y no se te ocurra darte la vuelta, o destaparte, o chuparte el dedo, pues tu madre tiene otro aparato por el que además de oírte te ve.

Pobres bebes del siglo XXI, con tantos cuidados, baños, vacunas, geles, cremas y demás cada día se van haciendo más niños burbujas, que pillan las cosas más raras que existen, y para remate, espero que cuando lleguéis a la pubertad, los padres no vulneren más vuestro derecho a la intimidad, dejando de utilizar esas maravillosas novedades tecnológicas (aunque se mueran de ganas de seguir usándolas)

No hay comentarios:

Publicar un comentario