viernes, 5 de marzo de 2010

Ellos se irán pero nosotros seguiremos aquí

Hace ya casi 10 meses que en mi departamento estamos sin nuestro querido Jefe, y no va con segundas, muchos no se han dado cuenta hasta que ha faltado de lo que le echamos de menos, no solo por su calidad humana, aunque yo siempre le decía que para ser Jefe hay que ser más severo y contundente, y hacerse valer como tal, pero él ni caso, a lo suyo, que si uno le trataba mal a la semana lo olvidaba, si fuera mujer no hubiera perdonado ni una.

Para todos es más un amigo, un familiar que ha montado desde que llegó, un ambiente en el que la gran mayoría (de todos es sabido a estas alturas a quien excluyo) nos sentíamos arropados, valorados, comprendidos, protegidos, una persona que estaba en su despacho para lo que quisiéramos, aclarar dudas, dar directrices, ayudar con cualquier tipo de problemas laborales o personales.

Parece ciencia ficción hablar bien de un Jefe, pero así es el nuestro, y ahora que no está, nos sentimos perdidos y desamparados.

La nueva directiva que aterrizó hace solo uno o dos años, tiene un juego con todos los trabajadores, y es el incluirnos en proyectos, reuniones, decisiones y demás tostones.

Su moderna visión de empresa va de incentivar (no con pasta) al personal para que se crea que es parte de un nuevo proyecto de cambio, modernización y más paja que contenido, nos harán creer que somos parte integrante de lo que ya tienen más que pensado y estudiado, para ello hacen que parezcas integrante del mismo equipo, pero es mentira, solo nos utilizan a su antojo y beneficio, algunos trabajadores así se sienten motivados y son según la empresa más productivos, esos no ven al lobo con piel de oveja que oculta la realidad, y es el miedo que flota en el ambiente a ser prescindible, y por eso saltamos con pértigas las definiciones de funciones, y hacemos de superiores sin apenas pestañear, dando consejos, opiniones, y actuando con más menos libertad de acción que se volverá en nuestra contra en cuanto que ellos así lo crean.

Este es el modo de trabajar que estamos acostumbrados a ver en las pelis americanas, donde se hace cualquier cosa por despuntar y si hay que pisotear a un compañero pues se le pisotea, y al final la empresa se convierte en un campo de batalla, ellos ya han sembrado su mal, y solo hace falta regar y esperar un poco para que entre nosotros mismos surjan los primeros brotes de pelotas, trepas y demás reptiles (por lo de arrastrarse) los que hacen lo que un superior diga aunque no sea ético, los que piensan que ahora todo vale, ya me lo avisó mi listo maridito, a partir de ahora verás cosas que no te creerás y si pueden darte la puñalada trapera te la darán.

Y vamos por ese camino incierto, está quien utiliza sus encantos, para que los jefes con quien tratamos ahora las vean a todas horas, aunque sin hacer nada, pero paseando palmito, las que se apoderan de todo el trabajo como si fueran Superwoman y se excusan diciendo que no les importa hacer muchas tareas porque les gusta, y luego estamos las que vemos que no debemos hacer lo que nos piden, pero que al final cedemos y lo hacemos aunque siempre dejando claro que ese no es nuestro cometido y que se hace por la situación especial que tenemos al estar descabezados, y no porque después de 20 años trabajando tengamos que demostrar nada a nadie..

Espero que como dice una compañera de las coherentes en esta situación, aguantemos el tirón lo mejor posible, pues tarde o temprano esta directiva se irá y con un poco de suerte nosotros seguiremos aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario