sábado, 14 de febrero de 2009

El mal de Moctezuma

Se puede decir de muchas maneras, me voy a poner un fax, a crujirse, a liberar a willy, a renovarse por dentro, pero cuando te ocurre una y otra vez durante toda una noche, esta se convierte en una noche toledana, estas que te vas por las calicatas, te quedas en el chasis, cuando haces pop ya no hay stop, re-decorando tu interior y demás lindezas.
El caso es que al final estas solo, luchando contra el mal de Moctezuma y únicamente piensas en que esto acabe de una vez, es imposible ir tantas veces cuando es evidente que ya no hay nada que rascar, uno se concentra intentando escuchar su yo interior y solo oye cañerías orgánicas amenazadoras, surgen dudas sobre si serán del tipo urgencia súbita o me darán un pequeño respiro.
Pero todo tiene un limite, no hay mal que cien años dure (no quiero ni imaginar si algunos de los refranes que usamos a diario se hiciera real tal cual lo decimos), e igual que vino se fue, me ha dejado como si me hubieran dado una paliza, pero ya veo la luz al final del túnel (otro redicho, creo que cada vez soy mas abuelo cebolleta) en fin ha sido una cura de adelgazamiento rápida que por suerte solo ha durado dos días.

No hay comentarios:

Publicar un comentario