martes, 5 de enero de 2010

Comer hasta reventar y un día de asuntos propios para reventar de cansancio

¡Feliz Año a todos!
Ya estamos en el 2010 y con unos kilitos de más, menos mal que ya terminan las comidas y eventos de estas fiestas, con el típico roscón de reyes y en nuestro caso la última o primera, según se mire, comida navideña, con sus correspondientes regalos, claro está.
Desde épocas inmemorables, bueno solo desde que nos casamos de eso hace ya casi 15 añitos (creo que celebramos las bodas de bronce?), tomamos por costumbre acabar estos días aciagos de comer y beber, celebrando en nuestra casa una comida con manjares de “Reyes”, y una merienda con su roscón de dos tipos con y sin nata.
Así agradecíamos a nuestros padres el habernos aguantado comiendo y cenando por la *FACE*.
En un salón de unos 12 m2 nos juntábamos 10 personas, que aunque algo apretadillos y desmantelándolo un poco lo llevábamos bien. Pero con el paso de los años y aunque ha habido por ley de vida una baja, lo normal ha sido el aumento de personal, porque hoy por hoy 14 personas no entran ni de medio lado. Así que a comer solo vienen nuestros padres, pero a merendar vienen todos, si ya se, es una paradoja, si merendamos todos por qué no comemos todos?, bueno para un café o chocolate y un trozo de bollo aunque estemos espachurrados no importa, aunque puede ser un tema conflictivo depende como se mire.
Bueno a lo que voy, hoy me he cogido el día libre para hacer compras, comidas, limpiezas, envoltorios, recados de bancos etc., etc., y estoy tan cansada que hubiera preferido ir a currar
Me acabo de sentar un rato desde las ocho de la mañana que me levanté, empecé por ir al banco, comprar pescado y un par de cosillas, lo llevo a casa, vuelvo a salir a por fruta, pan, y encargar los roscones de mañana, estoy de vuelta a las 11 empiezo a cocinar cebolla caramelizada, pastel de pescado, a la una vuelvo a salir al mercado se me han olvidado los variantes, y de paso recojo el roscón para hoy y mañana porque antes no lo tenían, vuelvo a casa envuelvo los regalos de mis sobrinos y cuñada, me dan las dos, empieza Arguiñano, me hago una pizza y como en media hora. Suena el teléfono que si puedo ir al Carrefour Express a buscar unos regalos (por razones x no iba a haber regalos y de repente los hay), a las tres me voy, llego y no hay nada de lo que busco, informo a mi superior en altura que no en mando y me comunican que aborte la misión, pero como yo soy muy responsable y sufrida y estoy a la misma distancia del hiper que de mi casa, pues decido ir de avanzadilla, entro armada con mi suavizante de dos litros y dos bombillas de bajo consumo, ya que estaba en el otro sitio y lo necesitaba pues..., en las tiendas veo lo que busco pero por aquello de comparar entro al Hipercor, como no puedo entrar armada me requisan la bolsa con lo que llevo en consigna, sin mapa de la zona intuyo que debo avanzar a la zona de electrodomésticos que justo está al final de por donde acabo de entrar, vuelvo a contactar con el alto mando para que me informe sobre los diabólicos TDT’s que es lo que tengo que requisar previo pago, las órdenes son agenciarme dos aparatos, y que tengan las prestaciones que nos son indispensables colocar bien los canales, grabar, y tener mando a distancia, una vez comprobado, paso a la segunda misión menos posible conseguir un marco de fotos digital, me hago pasar por sueca y solicito información a un uniformado del otro bando, me aconseja ir a la zona de fotografía, recorro casi 300 metros, para que me den el santo y seña: “están agotados”, vuelvo a recorrer los 500 metros, hasta la salida previo pago y recojo el suavizante en consigna, avanzo ahora a la inversa por las tiendas de el corte inglés llego a otra zona de fotografía todos los marcos que veo pasan del presupuesto indicado, vuelvo a utilizar el comodín de la llamada y me aconseja que pregunte por si tienen alguno más rebajado, cuelgo, asalto a capón a un uniformado dependiente, le obligo a mirar en un cubículo y bajo presión me confiesa que le han entrado dos pero no sabe el precio, sale con uno lo mira en el ordenador, entra dentro de lo estipulado, lo compro, salgo cargada como una mula, con dos TDT’s, el marco digital y el suavizante, vuelvo a llamar para confirmar que misión cumplida, pero me dice que si no he comprado dos, que son los que se necesitan, informo que mi misión es a pie, que me he dejado el tanque en su guarida y que sin mochila en la espalda, mi avance será muy lento pues las bolsas pesan un quintal, verás luego la espalda, al final deroga la segunda orden, menos mal, me coloco el peso en ambos brazos y avanzo sin tregua casi un kilómetro hasta que llego y descargo.
Vuelvo a ser ama de casa y empiezo a picar los ingredientes para la merluza, hago el relleno, cojo la merluza intento atarla, pero está viva y no se deja, el relleno se sale por todas partes, este bicho es enorme, no me cabe en la fuente que tengo, lo apretujo como puedo, con lo que se sale todavía más relleno esto parece la matanza de Texas, al final entra, espero que mañana cuando la meta al horno encoja un poco, seremos solo seis para comer y me temo que he vuelto a caer en preparar demasiadas cosas, así que otra vez comeremos hasta reventar, y mi día de asuntos propios lo he aprovechado como nunca para reventar de cansancio.

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