martes, 5 de enero de 2010

La vida sigue igual

Uno se va con la esperanza de se haga realidad aquello de año nuevo vida nueva, pero nada cambia, el primero en recordártelo es el despertador que te arranca de un tirón de los brazos de un Morfeo al que costo echarle el guante la noche anterior por los nervios de la incorporación y el descontrol horario de estas mini vacaciones, menos mal que la chavalería todavía no ha vuelto al cole y el trafico nos da un pequeño respiro.
La entrada al recinto laboral es un nuevo acelerador de estrés y malestar, no se que pretendía que cambiara por el mero hecho de modificar unos guarismos, al fin y al cabo estas fiestas son uno mas de esos convencionalismos tan necesarios para este mundo globalizado y consumista, aunque en mi interior supersticioso y soñador esperaba que de alguna forma mágica (mas mágica que la de los tres monarcas regordetes o el nórdico bonachón vestido de rojo-coca-cola) no se exactamente que, pero algo, lo que fuera, hubiera cambiado, por supuesto para bien, incluso aquella alegría que me dieron los noticieros referente al tabaco se ha desvanecido aplastada por la cruda realidad de unos bares en los que mas parece hubiera habido un efecto llamada de aspirantes a locomotora o una competición para tener el ratio de fumadores mas alto del lugar, en el que el desayuno consiste en un plato principal de humo que se puede prácticamente mascar acompañado de un poco de café para disimular.
Todo sigue igual!!!!

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