sábado, 16 de mayo de 2009

Pongamos que hablo....

Pongamos que hablo de Madrid, día 15 de mayo, san Isidro, voy como es preceptivo a la susodicha pradera que por cierto esta espectacular con un verdor que no recordaba de mi ultima visita, esta repleta de toallas o mantas a modo de mantel y sobre ellas todo tipo de comida y por supuesto bebida, alrededor corretean chiquillos custodiados por sus mayores que con una cervecita en la mano disfrutan de un sol acorde para la ocasión.
La imagen no puede ser mas bucólica familias en agradable reunión en un entorno natural al aire libre.

Ahora pongamos que sigo hablando de Madrid, pero esta vez el parque del Oeste, como el anterior en este jardín también hay familias y chiquillos correteando, comida y bebida, algún balón que corre de uno a otro jugador, bicicletas y demás parafernalia, pero en este caso el color de la piel es mas oscura, el pelo mas negro, la talla mas pequeña y el idioma español, pero con el acento propio de los países sudamericanos, aquí la imagen ya no es bucólica, automáticamente hay un rechazo a este tipo de reuniones, empezamos a justificarnos diciendo que lo dejan todo sucio y que destrozan el mobiliario urbano, tambien que san Isidro es una vez al año y estos estan cada fin de semana, cualquier cosa para poder usar la doble moral.
Pongamos que sigue siendo Madrid, pero ahora 30 años atrás, somos nosotros mismos los que estamos en cualquier descampado (porque mucho jardín no había por aquella época) o en la casa de campo comiendo tortilla y dando patadas al balón, no es la fiesta de ningun santo, es un fin de semana cualquiera y no veo ninguna bolsa para recoger la basura que podamos dejar a nuestro paso, que rápido se olvidan algunas cosas, casualmente muchos de los que hoy critican, ayer eran protagonistas

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