Te conocí un 24 de Abril de 1996 y desde entonces no has dejado de hacernos compañía.
Empezaste conmigo, aportando, tu por entonces, ronroneo a mis sentidos acusticos y ahora has acabado acompañando a Cristina. Eso sí, tu voz se ha vuelto algo mas ronca y tu caminar carece del desparpajo con el que cada mañana me acompañabas a trabajar.
Juntos hemos ido hasta Paris, nos hemos recorrido casi todas las costas españolas, te conoces Madrid y sus alrededores, has estado en sitios que con otros no hemos ido y a los que quizás no volveremos. Incluso en el pueblo te has portado como un campeón y ni los cohetes le han restado un ápice a tu prestancia y saber estar.
En los últimos años tu misión ha sido llevar y traer sana y salva a Cristina, de casa al trabajo y del trabajo a casa, algunas veces te has dado un garbeo por los hipercors, y los carrefurs y todo eso, querido amigo, lo has cumplido con creces.
Has aportado confort cuando las inclemencias del tiempo te lo han exigido y ahora, que ya no tenías que sufrir mas noches a la intemperie, que no tenías que estar pendiente de las gamberradas de los niñatos, ha llegado tu momento.
Hoy inicias tu último viaje, un viaje en el que ya no te voy a acompañar.
Quizás no sea justo para ti, que nunca has tenido, en el fondo, un mal gesto ni una mala parada. Siempre te has llevado mal con la electrónica porque tu fuerte ha sido la mecánica y aunque algunas veces te has dado el gustazo de pegarnos algún que otro sustillo, como aquella vez que te dio por abrir el maletero a 100 km/h, nunca te has amedrentado por tener que pasar una revisión aunque las últimas, todo hay que reconocerlo, las has pasado con un suficiente alto.
Contigo aprendí y yo fui el primero en traicionarte, otros mas jóvenes vinieron, pero incluso se fueron antes que tú. Impasible has visto como mi familia, mis amigos, mis compañeros, poco a poco cambiaban sus viejos cacharros por otros mas orgullosos, mas fanfarrones incluso algunos han resultado ser hasta pedantes. Y ahora te ha llegado el turno.
Espero que el que venga sepa hacer las cosas, al menos, de forma tan simple a como tu siempre las has hecho. No pido mas:
Ir, y sobre todo: volver.
Con cariño,
Un conductor agradecido.
Pero por qué has escrito esto?, no puedo ver las teclas de la llantina que me ha entrado, ahora que ya lo tenía más o menos superado.
ResponderEliminarNo es lo mismo que fue con el Corsa, pues él todavía andará por ahí, además el ZX fue el primero y encima lo mando al desguace a que lo vendan si se puede en piececitas, que espero le sirvan a alguien tanto como nos sirvió a nosotros, ya se que es una máquina, pero para mi era un amigo que no me salió nada respondón, que aguantó sin rechistar que lo llevara sucio, que brillaba como el sol cuando lo daba un poco de agua, que no me ha dado ni chispa de guerra, y no se quejaba porque no cambiara a tiempo y lo llevara revolucionado, le cambiaba las luces de esos ojillos ultimamente un poco vizcos, (le puse bombillas diferentes y miraba algo raro). Nunca me ha dado tanta pena deshacerme de algo viejo para tener algo nuevo, y creo que no me la dará ni la lavadora, ni la nevera ni ningún otro para mi robot como él.