sábado, 2 de mayo de 2009

Caminito a Jerez

No me acordaba, pero a los 10 minutos de trayecto al curro me pego una pasada un pepino con su conductor perfectamente indumentado con el mono oficial de piloto del gran premio de moto GP, y un pequeño cosquilleo en el estomago me recordó que yo una vez también fui joven y motero.
Un buen día decidí sacarme el carné, entonces no se llevaba lo de las autoescuelas para motos, simplemente llegabas al lugar del examen una hora antes, negociabas con alguno de los que se colocaban por allí para alquilar su vespa, practicar unos minutos y al lio.
A la semana de tener mi nuevo cuño en el permiso ya estaba en una tienda preguntando por lo más barato que me pudieran dar de al menos 400 cc.
Estamos hablando de un martes y ese mismo viernes, con la experiencia que dan esos cuatro días sumados a la inconsciencia tan habitual en mi, partía de viaje hacia Jerez (en solitario para mas emoción) en lo que acabaría siendo bastante mas que la asistencia a un evento deportivo, al cual dicho sea de paso no entré, tampoco pise el circuito unos años mas tarde cuando volví con un amiguete, tan alucinante es todo lo que lo rodea que anula la propia competición.
En la carretera me pasó de todo y no solo me refiero a todo tipo de vehículos también, fenómenos meteorológicos, los mas divertidos, lluvia y viento lateral, una vez allí lo principal era encontrar un huerto donde plantar mi tienda de campaña, al día siguiente encontré una cama por poco dinero con vistas a la playa.
Muchas kilómetros y sobre todo muchas sensaciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario