sábado, 10 de abril de 2010

Otro año mas.

Los años pasan y depende en que etapa de la vida estés, el cumpleaños puede ser algo deseado, odiado, obviado, temido o simplemente ignorado, pero están ahí, recordándonos que tenemos una historia que se va formando casi sin darnos cuenta.
Cuando eres muy joven ni siquiera te planteas que hay futuro, solo existe el presente, cada día es diferente, una aventura o eso creo recordar, aunque según tengo oído la mente olvida los ratos malos y solo guarda la parte buena, por eso no me acuerdo de lo difícil que era la edad del pavo intentando adaptarse a las normas establecidas, intentando relacionarse con el sexo opuesto, que mas que opuesto parecía inalcanzable, o cuando lo que le pasa al mundo tiene menos relevancia que el examen sorpresa que le ha dado por poner el profe de turno.
Una década o dos después la cosa cambia radicalmente, las elecciones importantes o ya están tomadas o ya es demasiado tarde, el futuro es tan importante como el pasado, dependiendo de en que pienses mas, estas acercándote a viejo chocho recordando batallitas (os acordais cuando a la salida de los mercados o en cualquier esquina había un tipo vendiendo pollitos de colores) o jovenzuelo tardío afectado por el síndrome de Peter Pan.
Yo debo estar en el primer grupo porque no hago mas que intentar reconstruir los recuerdos dispersos en la nebulosa de la memoria para intentar poner un poco de orden en este caos cerebral y he de reconocer que me gusta, disfruto haciéndolo, es un manera de sentir que he ido dejando huella allá por donde he pasado o por las personas que alguna vez conocí, un grano de arena mas que he aportado a este mundo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario