sábado, 15 de noviembre de 2008

Cena de navidad.

Todos los años por estas fechas recibo una llamada, el año pasado no se produjo y pensé se había acabado una tradición, pero este año volvió a sonar el teléfono.

Aunque hace ya 15 años- que se dice pronto- que dejé aquel trabajo en en Telefónica, cada navidad cuando se reunen para la típica cena de compañeros me siguen llamando, es verdad que de los que realmente trabajaron conmigo ya solo quedan dos, cada año se ha ido descolgando alguno, hay otros que solo conocía de vista y otros, la mayoría ya, que solo los he conocido a través de estos eventos gastronómicos y que tengo una relación de una vez al año, pero que casi parece que estuviéramos todos los días codo con codo.

Es curioso como se aferra uno a la rutina aunque sea anual, parece que estemos programados desde el nacimiento y solo buscáramos entrar en cualquier ciclo que nos de seguridad.

Solo queda decidir si quiero ir solo por obligación o realmente me apetece.

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