jueves, 27 de noviembre de 2008

¡Joder!

Eso ha sido lo primero que me ha venido a la cabeza al terminar de leer la última entrada publicada por Agustín: El ascenso al Huyana Potosi.
Supongo que de vez en cuando, te conectas a este blog y nos lees. Podía escribirte un mail para darte ánimos, pero creo que este es mejor sitio.
Supongo que a medida que vas creciendo, el millar de amigos de la infancia, se van 'depurando' hasta quedarte con aquellos que realmente tienen algo que aportar a tu vida.

Agustín siempre ha sido, entre otras muchas cosas, mi referente de pundonor.

Al ir avanzando por la lectura de su subida a ese montecito de seis mil y pico metros, no he podido evitar imaginarme como iba cambiando la expresión de su cara y que ha tenido que suponer para él, parar y dar marcha atrás.
Muy pocas veces le he visto ceder y claudicar ante cualquier reto que se haya auto impuesto, y creo intuir lo difícil que habrá sido esta vez.
Desde aquí, permite que te de un consejo alguien que ha comenzado muchas cosas y que no las ha sabido acabar, aunque te juro que muchas de las que he acabado es porque en algún momento me dije que tu si que las acabarías. Pues eso, deja que desde mi experiencia te diga que el éxito no está en coronar una determinada meta, muchas veces el éxito está en haberlo intentado, en saber y conocer donde están nuestros propios límites y en poder determinar que el objetivo no estaba, en ese momento, a nuestro alcance.
Llegaran cumbres mas altas (no sólo físicas) y retos a los que enfrentarse que harán que esta subida se convierta en una mas de tus anécdotas.

¡animo!

y sigue disfrutando...

No hay comentarios:

Publicar un comentario