La chica de la cruz roja.

12 de la mañana, Plaza de Cibeles, un frío intenso se cuela por todos y cada uno de los huesos, suena una música con aire militar procedente de la banda Municipal, que ha elegido un mal día para hacer este tipo de exibicion, al otro lado de la calle hay una mesa petitoria rodeada de policías, es el día de la Cruz Roja y la chica que ocupa este puesto es ni mas ni menos que la Infanta Cristina.

¿Como es posible que un republicano como yo este alucinando con esta visión?

Rápidamente tiro del repertorio de excusas para poder acercarme a ella y ser inmortalizado.

Solo pasa una vez en la vida................

Es para poder poner una foto en este blog tan necesario para la humanidad............

Es sobre todo por una buena causa ayudando a una organizacion en la que se juegan la vida cada día mucha gente.

Quizás cada una por separado no son muy convincentes pero juntas me dan la suficiente confianza para acercarme, me decido por una moneda de dos euros (solo tenia una de 2 y una de 50 céntimos, demasiado cutre para un momento tan glorioso) le doy la mano mientras ella me condecora con la banderita.

Me voy sintiendo algo de pena por ella, a pesar de pasar toda su vida asistiendo a este tipo de actos se ve claro que no se siente cómoda, se siente como una atracción de feria, como un animal salvaje recluido en un zoo para disfrute de los turistas.

Una hora después volví a pasar por allí, ya no estaban las cámaras, no estaba la tuna para "alegrar" la mañana, tampoco había nadie esperando para hacer alguna aportación, pase por delante de ella y seguía con esa mirada de tristeza resignada, pare un momento y estuve a punto de decirle.

¡ Vente a tomar un cafelito al bar de la esquina, que te lo has ganado!