Cristina y Leandro.

Cristina es muy divertida!!

Con solo tres años y yo diciendole, mira esto que chuli, esto mola mucho y el se descuelga con un adjetivo de adulto, Cristina es muy divertida me dice ya en el garage, sin posibilidad de que la aludida escuche esta frase y se le caiga la baba.

Quedamos con ellos en el Zrigouter, lugar habitual de peregrinaje de fin de semana, aunque solemos ir los domingos, luego descubrí, demasiado tarde, que los sabados como hoy el nivel de ocupacion es practicamente el doble y eso se nota en la caras, sobre todo de Leandro.

Dejamos que Victor se desagogue un rato en la zona infantil, es una piscina de bolas saturada de crios saltando unos encima de otros chillando y corriendo por todos lados, nosotros desde la barrera observamos no sin cierta intranquilidad como evolucionan las cosas, ellos dentro disfrutando desaforados y los padres alrededor sufriendo no solo por la posibilidad de accidentes sino sobre todo pensando como van a conseguir convencerles para salir una vez halla acabado el tiempo de juego o como entraríamos en caso de tener que hacerlo por necesidad, totalmente infranqueable para determinados padres o abuelos.

Después de unos 15 minutos salimos de ese lugar hostil y nos dirigimos al lado opuesto del centro comercial, los decibelios bajan notablemente e incluso la temperatura se hace mas agradable nos sentamos a tomar un cafelito relajante.

La parejas con niños hemos desarrollado una capacidad de sufrimiento que solo se aprecia cuando estamos con parejas que no los tienen, yo mismo no me imaginaba hace unos años, llendo de parque en parque y tiro por que me toca un centro comercial, sin embargo ahora lo hago con toda naturalidad.

La tarde fue mejorando y cenamos en una aceptable armonía, creo que algún día dejaremos a Víctor a cargo de sus "tios" Leandro y Cristina mientras vamos al cine u similar, han pasado la prueba con nota.