viernes, 31 de octubre de 2008

Niebla

Ayer me paso algo acongojante, volvía a casa por la M-40 de esas veces que vas como con el piloto automático, trafico normal, visibilidad normal, todo tranquilo, pero poco a poco imperceptiblemente la carretera se hacia cada vez mas larga empecé a quedarme solo, ya nadie circulaba a mi lado y una neblina blanquecina me fue como aplastando, era como entrar en un bucle, me fijé en una farola que estaba como caída hacia un lado seguramente debido a algún accidente antiguo ya que el oxido se apreciaba claramente, no podía ser que esa misma farola se repitiera constantemente, como si un coche hubiese ido chocando una y otra vez.
Estaba tan ensimismado en estas cuestiones que no me di cuenta que me acercando hacia un punto de luz de un color no definido que variaba entre el rosáceo y un verde fosforescente nada tranquilizador, a medida que me aproximaba el coche iba cada vez mas lento hasta que se paro por completo, lo que tenia enfrente no se parecía a nada que yo hubiera visto antes, ni siquiera la forma era definida, pasaba de ser como ovalada hasta quedarse en un pentágono que ocupaba los tres carriles, como en las peores películas de los primeros años del cine una rampa surgió de un lateral y empezó a descender un ser pequeñajo, eso si, con un aire simpático que hizo que mi corazón se relajara un poco, porque estaba a punto de salírseme por la boca.
Cuando ya casi estaba al lado mío, sonó una especie de sirena de dentro de su “nave” y el hombrecillo se volvió sobre sus pasos, la compuerta se cerro, y en cuestión de segundos ya estaba surcando el cielo despareciendo de mi vista.
El coche volvió a funcionar, la niebla se disipó y los demás conductores aparecieron por todos los lados como si nada hubiera pasado.
Cuando llegué a casa llamé a un amigo al que le gustan este tipo de historias, le dije Orson te voy a contar algo que no vas a creer, después de explicarle con todo detalle lo que me había pasado me dijo, ni se te ocurra decírselo a nadie, a mi me paso algo parecido hace mucho tiempo y todavía hay gente que me mira como si estuviera loco.

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