Con los amigos de Cristina

Hoy hemos quedado con los amigos de Cristina. Sí, con aquellos que me fui a Escocia y con alguno mas.

Lo intento, pero no. Siempre que Cristina me dice que nos han llamado para quedar, hago el esfuerzo, sincero, de decir que sí, que nosotros también vamos. Son sus amigos y no quiero que pierda el contacto, por esporádico que sea.

Cada reunión de este tipo la abordo con esperanza, quizás esta vez resulte entretenida, quizás no me sienta desplazado. ¡Voy a integrarme! ¡voy a participar en la conversaciones! ¡voy a interesarme por como les va la vida!

No hay manera. A los cinco minutos, me encuentro pensando ¿qué hago yo aquí?

Me niego a participar en ¿discusiones? políticas totalmente sectarias. Pongo la palabra discusión entre interrogantes, porque no creo que se puedan llamar discusiones a algo en lo que todos están absolutamente de acuerdo y lo único que hacen es calentarse entre ellos para ver quien dice mas alto o con mas 'autoridad' un nuevo dogma político.

Me dan ganas de rebatir aquí parte de sus tesis. Pero si no lo hice con ellos, aquí no debería ser el sitio. Mas aún, si tengo en cuenta que tanto Agustín como Jeremias pueden compartir parte de sus opiniones y sinceramente, no me merece la pena plantear un punto de fricción. Creo que ellos ya saben que no comparto todas sus ideas social democráticas, y como mi objetivo no es convencerles de nada, no tiene ningún sentido plantear este tipo de discusiones políticas ¿o si?