Este es el grito de guerra que entonaban padres y alumnos algunos de ellos de no mas de 3 añitos de un colegio de carabanchel, el Ábaco, indignados por lo que es un mal de nuestro tiempo, la hipocresia y la maldad puestas al servicio del vil metal.
La historia parte de que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 1997 definía las dos parcelas como un único ámbito con calificación de uso educativo en su integridad. Sin embargo, el Plan Parcial segregó la zona en dos parcelas: una se quedó para equipamiento educativo y la otra pasó a ser de servicios y que mejor servicio que construir una gasolinera para sumarse a las otras 3 que existen en la zona a poca distancia, pero desde Repsol se informa que no solo suministrarán carburante, también construirán un Mc Donalds con lo que el atasco arterial estará asimismo asegurado.
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En este caso como en otros esta claro que aunque la ley ampare la construcción, la ética lo debería impedir, sin embargo David no sigue entre nosotros para desfiar a este Goliat moderno.
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