Que poco dura el finde.

Tenemos organizada la vida en múltiplos de 7, nos pasamos 5/7 pensando que haremos en los 2/7 del fin de semana, y cuando llega, siempre nos pilla por sorpresa, tenemos tantas espectativas que es imposible que se cumplan, sobre todo porque los proyectos chocan frontalmente, mil actividades, pero también descansar y vaguear, si haces muchas cosas te saturas, y si te dedicas a la noble arte del rascado de barriga te sientes culpable.
He intentado combinar sabiamente estos conceptos con la ayuda del ocio moderno, Xanadú es la solución, sábado por la mañana tranquilidad en casa, compra de pan y poco mas, y por la tarde, tempranito sobre las cuatro ir a ese centro cultural moderno en el cual pasas por ver la nieve y trasladarte mentalmente a la montaña, después presenciar en directo un pase de modelos aderezado con los bailes de los chic@s de "fama" de la tele, y por ultimo asistir a una carrera de mini formulas 1, en una pista con todos los detalles incluido el cajón donde recibir el premio, ya sin montar sube la adrenalina de tal manera por el cuerpo que las orejas arden y el pulso se acelera e inmediatamente hago promesa de que la próxima vez que venga, tengo que montar.
Domingo de andar por casa, faenas domesticas y paseo por el "parque grande" como dice Víctor, a el le gusta porque esta lejos de casa y ciertamente es mas grande que el nuestro y a nosotros nos viene bien porque estiramos las piernas y nos oxigenamos, dejamos aparcado el coche y nos desplazamos a golpe de calcetín.