El lunes intentamos empezar con el museo del Prado, pero como se nota que uno va poco por esos lugares! resulta que estos garitos cierran ese día precisamente.
Cambio de planes, paseito por recoletos para acabar en Caixa Forum, el arquitecto consigue que el edificio parezca levitar a dos metros de altura, Victor le llama la casa que vuela, por dentro igualmente sorprende, y hasta aquí mi concesión al arte moderno, la exposición es otra basura mas de este nuevo arte vanguardista, que consiste en dos vallas de la calle con unas cuerdas colgando y una maletas por ahí desparramadas, en otra sala unos monopatines en los que la tabla ha sido sustituida por una tira de panceta, hay que reconocer que es un artista el que consigue vender estas obras de arte a alguna fundación.
Y el martes nuevamente nos salvan los catalanes.
Cosmo-caixa, yo fui a verla cuando la inauguraron y en lo fundamental ha cambiado poco, sin embargo y como me suele ocurrir cuando ahora veo las cosas, lo hago desde la perspectiva de un niño de cuatro años y os aseguro que se disfruta desde el entorno iluminado con un cierto aire misterioso, hasta de una simple rampa que hace las veces de escalera de caracol, no pude resistirme incluso de tocar una serpiente que tienen para estos menesteres.
Hoy miércoles emulando a los políticos en su lucha de cajas hemos ido a ver una pieza teatral a la Casa Encendida, (obra social de Cajamadrid)es una pena no pueden evitar meter ideología en lo que debería ser un sencillo cuento infantil, hemos pasado del maniqueísmo a la publicidad encubierta, todo ello perfectamente escenificado y en poesía, 45 minutos en los que los niños ni siquiera han pestañeado, después a tomar el sol a una terraza imponente que tiene el edificio en lo que sería el atico de los sueños de cualquier bohemio aburguesado, es decir yo mismo.
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