sábado, 25 de abril de 2009

El yin y el yang laboral


Es de lo mas fácil del mundo, cuando se mete la pata se puede hundir hasta la rodilla en cuestión de segundos, uno esta currando, ni bien ni mal sino todo lo contrario y de repente te das cuenta de la cagada, y lo peor es que ya no tiene solución, se puede parchear pero sigue ahí, tapas el agujero, pero rezuma por los lados y además se nota que es un apaño, y ademas se da cuenta todo el mundo, parece como si le hubieran puesto unos reflectantes o estuviéramos en oferta, no es el fin del mundo ni mucho menos, pero escuece, uno después de todo tiene su corazoncito y aunque funcionario me gusta que por lo menos en lo tocante a lo mio las cosas estén a un nivel aceptable.

Esto fué el jueves, y al día siguiente después de otra ñapa similar a la que el día de autos se convirtió en catástrofe, recibo una llamada, que he de decir hizo que me temblaran un poco las canillas, resulto ser para felicitarme por el resultado de la gestión, no recuerdo la ultima vez que alguien llamara únicamente para agradecer en lugar de reclamar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario