lunes, 23 de marzo de 2009

Cuando el cuerpo te pide .....

Un buen masaje, a ver esas mentes calenturientas, hablo de ir al fisioterapeuta, nuestro cuerpo lo necesita casi tanto como la mayoría de las mentes un psicoanalista, pero entre tanto, el cuerpo disfruta como si fuera una masa de pan, de pizza o de bizcocho, a la que calientan, toquetean, desbloquean, descontracturan, ultrasoniquean y corrientean y hablando en plata soban de lo lindo.
Yo empecé a ir por que tenía una contractura que me dolía horrores, y lo viví como si fuera un milagro, unas manos que si vas muy mal hacen daño pero curan, y si vas sin dolores pasas un rato muy relajante.
Parece mentira que dos personas que parece que se las puede llevar el viento si arrecia un poco, puedan tener tanta fuerza y sean incansables, pues no paran, dan masajes a troche y moche, no sé como lo aguantan al final se darán ellos masajes unos a otros, pues los deben necesitar por las posturas que cogen no deben ser muy buenas para sus espaldas.
Yo voy una vez al mes y me dejan como nueva, solo le pongo dos pegas, una que sales medio grogui y dos que vas con una marca de rosco en la cara de tenerla prensada en el hueco de la camilla por donde solo ves el suelo y los zuecos que van y vienen, y cuando sales a la calle la gente te mira y debe pensar: “y esta de donde ha salido que parece que va flipada?”, y es que parece que me han dado un sartenazo en toda la cara.

No hay comentarios:

Publicar un comentario